Para algunas mujeres, los
hombres casados suelen ser mucho más
atractivos que los
hombres solteros, siguiendo la teoría de que lo prohibido es siempre lo más
deseado. Según el psicólogo uruguayo Gustavo Ekroth, existen cinco razones psicológicas para esta atracción por los hombres comprometidos.
La primera de ellas es el miedo al compromiso afectivo profundo. De esta manera, este tipo de
mujeres sólo se permiten el
enamoramiento con 'candidatos imposibles', ya que así se puede
fantasear libremente con una idílica relación sin el riesgo del abandono, la decepción o el
engaño.
La segunda razón sería que un
hombre casado no es tan exigente como uno
soltero, ya que no es libre. Así, el
hombre que tiene una
amante, se muestra con
ella muy complaciente, permisivo,
generoso y tolerante, ya que con lo 'poco' que él da no está en posición de exigir mucho.
La tercera razón es que resulta más fácil
enamorarse de un
hombre al que sólo ves dos horas al día, ya que así resaltas sus virtudes y sus defectos quedan a un lado. En cierto modo se idealiza al
hombre.
El cuarto motivo es la competitividad inconsciente con otras mujeres, ya que, el ganarle el hombre a otra mujer, es una forma de reafirmar la valía personal y sentirse más poderosa y seductora. Ligado a esto está la quinta razón, que afirma que relacionarse con un
hombre casado se debe a la baja autoestima que provoca el sentimiento de no merecer un
hombre libre.